Conversar es el baile del habla y de la escucha. A lo largo del día mantenemos muchísimas conversaciones:conversaciones privadas con nosotros mismos y conversaciones públicas con otros. La conversación establece vínculos y relaciones entre las personas y nos permite comprender y ser comprendidos.
Saber conversar significa pasar de la charla superficial a la conversación eficaz, aquella charla importante que tiene un propósito concreto, que nos ayuda a conseguir el objetivo. Para lograr una conversación con éxito es muy importante concentrarse en los resultados que se desean obtener y no perderlos de vista. Así, cuando queramos empezar una conversación difícil, antes de iniciar la conversación, es conveniente saber de qué tema hablaremos y cuál nos gustaría que fuese la solución. Antes de empezar a hablar, deberíamos saber qué vamos a argumentar y cuáles son nuestras necesidades.
Debra Fine en su libro “Saber conversar” (2008) nos da algunos consejos para manejar conversaciones difíciles con familiares y amigos:
– Determina tu objetivo y no te apartes de él
– No te tomes los ataques verbales como algo personal
– No des por sentado que los demás son capaces de ver las cosas desde tu perspectiva
– Considera ensayar la conversación con alguien antes de mantener la charla real
– Practica mentalmente la conversación, contempla distintas posibilidades y visualízate manejándolas con soltura
– No intentes controlar la reacción del otro
La buena comunicación requiere de tiempo y esfuerzo por nuestra parte, requiere paciencia, interés, poner atención y escuchar realmente al otro. El coaching, basado en la conversación, facilita el aprendizaje de las habilidades de comunicación necesarias para conseguir nuestro propósito y conversar con eficacia.