El networking es un arte, el de construir vínculos de mutuo beneficio de forma estratégica. Aprender a construir relaciones de confianza y practicar un networking efectivo requiere práctica, método y cierta dosis de esfuerzo. Generar contactos conlleva saber escuchar, tener empatía, percibir emociones e interpretar comportamientos, comunicar de forma eficaz y negociar. Los vínculos humanos están hechos de confianza y solamente se construye confianza mediante la aportación de valor.
Empecemos por analizar nuestro DAFO personal. Conocer nuestra misión personal, nuestro valor añadido y tener clara nuestra estrategia y objetivos nos ayudará a iniciar nuestra labor de networking con foco y mayores probabilidades de éxito.
En el antes: aprender a seleccionar los eventos a los que acudir es muy importante para rentabilizar nuestros recursos, fundamentalmente tiempo y dinero. Seis preguntas nos ayudarán a analizar cada oportunidad: ¿Qué espero conseguir? ¿Cuál es el público objetivo del evento? ¿Qué posibilidades de interrelación ofrece el evento? ¿Qué oportunidades claras de generación de valor puedo ver antes de ir? ¿Cuál es su coste de oportunidad? ¿Cuánto cuesta participar en el evento?
En el durante: es aquí donde juega la autenticidad, la improvisación y la sorpresa. La conversación empieza con el small talk, que sirve para establecer el tono de la conversación y romper el hielo. La despedida es también muy importante, sobre todo porque permite dejar una impresión final cómoda y positiva. Recordemos que la comunicación no verbal dice mucho de nosotros, la impresión que le queda a la otra persona está mucho más influida por el aspecto, los gestos, la mirada, el tono de voz o la forma en que dimos dos besos o estrechamos la mano.
En el después, debe procesarse toda la información recibida, priorizar las posibilidades derivadas y poner en marcha acciones posteriores con aquellos contactos interesantes.
Y para acabar, la regla de oro a seguir. Al pedir un favor, extender una invitación o proponer un proyecto, siempre debe formularse la petición de manera que al otro le sea fácil y cómodo decir que no. Aceptar un no o una no respuesta con elegancia y deportividad es una de las mejores habilidades del networker experimentado.