El siglo XXI necesita organizaciones inteligentes, que sepan aprovechar todos los recursos de las personas que trabajen en ellas, que maximicen su creatividad y se beneficien de todo su talento. Las empresas necesitan personas y equipos capaces de buscar soluciones distintas, atrevidas e innovadoras para generar estrategias diferentes, competitivas y eficaces. La creatividad y la innovación son hoy en día factores diferenciadores del éxito en unos mercados veloces y cambiantes.
Los equipos necesitan estar alineados con los objetivos de la empresa y sus miembros motivados para dar lo mejor de sí. El liderazgo en la cultura actual de red viene marcado por un estilo directivo delegador, que prima la curiosidad y el afán de mejora continua, donde el cambio se concibe como una oportunidad y no como una amenaza. Y para ello, necesita de individuos que desde la responsabilidad, contribuyan con una participación activa y eficiente.
Hace 15 años, Stephen Lundin en su magnífico libro Fish (año 2000) nos mostraba cuatro claves que a su parecer permiten construir equipos motivados:
- Elegir la actitud, cada uno aunque no pueda escoger su trabajo, siempre puede escoger cómo lo hará
- Jugar
- Alegrarse el día
- Estar presente, disfrutar del aquí y ahora.
Responsabilidad, disfrute, búsqueda de la excelencia y presencia, cuatro habilidades directivas fundamentales para el liderazgo en este nuevo siglo. Cuatro habilidades que el coaching ayuda a desarrollar y a implementar en personas y equipos.