Hoy en día se usa muy a la ligera la palabra equipo, cuando la diferencia entre un equipo y un grupo es tan abismal cómo la relación entre amigos y conocidos.
Cuando un consultor externo llega a una empresa, una de las primeras gestiones que hace es analizar la comunicación interna de la empresa, ya que esta es uno de los factores clave de su buen funcionamiento.
Una de las dinámicas que suelen usar estos consultores es el coaching de equipos, mediante el cual el consultor o coach establece un diagnóstico mediante el cual formula las bases por las cuales la comunicación no fluye de manera correcta, causando en la empresa una pérdida de efectividad y, por ende, de dinero.
Uno de los factores clave para este funcionamiento en la comunicación interna es el establecimiento claro y conciso de los roles de cada uno dentro de la empresa, tanto a nivel personal como de equipos. A menudo se cree que, mediante la transformación digital que estamos adaptando en nuestros estilos de vida, estos problemas se solucionan por si mismos. Sin embargo, es necesaria la voluntad tanto individual como grupal de la organización para hacerlo posible, mediante unos procesos previos a la digitalización, ya que las empresas no están compuestas por máquinas sino por personas.
Otro de los factores clave para este funcionamiento es la admisión de culpa en el sentido de la realización de un pacto, mediante formulas concretas, para encontrar los problemas y plantarles cara con determinados protocolos. De otra manera, si no se admite que no se está haciendo correctamente nada cambiará. Por lo tanto, es muy importante afrontar estos conflictos con una mentalidad positiva sin quedarte únicamente en el error, sino en gestionar el cambio teniéndolo en mente para no incurrir de nuevo en él.
En empresas en las que la competitividad a nivel interno está muy enfocada, como aquellos departamentos de ventas que trabajan de manera individual a la vez que conjunta, es importante enfocarse en el objetivo final en lugar de los objetivos individuales de cada uno debido a que, de otra manera, si bien logras una mayor entrega por partede tu equipo, bien cierto es que mucha información que podría ser aprovechada por unos u otros se pierde en el camino por miedo a esa competencia. Aquí entra de nuevo el concepto de gestión de los conflictos.
En muchos casos, el foco se sitúa en las relaciones entre los miembros de un equipo o entre equipos, también en situaciones consolidadas de conflicto, casos estos últimos en que no es nada fácil avanzar y en los que los directivos o jefes tienen un papel relevante, ya que está en su mano una mejor comunicación, unas instrucciones claras, una pauta de la gestión del proceso.
Por lo tanto, los problemas internos de la empresa muchas veces pasan, en conclusión, por la relación interpersonal y la comunicación efectiva entre personas y equipos.